" 𝐄𝐋 𝐓𝐄𝐒𝐓𝐈𝐆𝐎 ", 𝐪𝐮𝐞𝐛𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐩𝐨𝐫 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐦𝐞𝐦𝐛𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚

 Universidad Externado de Colombia 

Facultad de Estudios del Patrimonio 

Pensamiento Crítico y Argumentación I - Introducción al Patrimonio  

 

Por: Sara Gabriela Pineda Vargas 

Isabella Forero Páez

RECUERDOS INCINERADOS BAJO UN CIELO ESTRELLADO

 

“No nos conmovieron los muertos, tampoco los mutilados ni las lágrimas que inundan los caminos del destierro y despojo de miles de familias del campo. Crecieron las ciudades, también las injusticias, y las manos manchadas de sangre.” 
 

• Exposición Fotográfica - El Testigo del autor Jesús Abad Colorado 

 

Jesús Abad Colorado, es un fotoperiodista antioqueño nacido en Medellín el día 22 de abril del año 1967, quien ha sido el fotógrafo colombiano que más ha documentado el conflicto armado en Colombia. Fue investigador, entre 2008 y 2013, del Grupo de Memoria Histórica de la CNRR (Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación en Colombia). Sus fotografías han hecho parte de exposiciones en Colombia y en el exterior; además de los relatos e imágenes, también abarca problemáticas de la violencia en Colombia en libros como: “Desde La prisión: realidades de las cárceles en Colombia” y “Mirar de la vida profunda” (UNAL, 2018). Igualmente, Jesús Abad trata el desplazamiento forzado en su exposición fotográfica “El Testigo”, la cual cuenta con más de 500 fotografías en blanco, negro y color, muchas de ellas únicas, capturadas entre 1992 y 2018, estas hacen un barrido de diversas historias desde un punto de vista propio de todo un equipo periodístico. La exhibición se encuentra apoyada por recursos multimedia, proyecciones en gran formato y variedad de información suministrada por el Centro Nacional de Memoria Histórica y la Unidad de Víctimas. Actualmente, se encuentra ubicada en el Museo Claustro de San Agustín, irónicamente localizado a pocos metros del Palacio de Nariño y del Capitolio Nacional. Teniendo en cuenta su experiencia, la exposición “El Testigo” pretende visualizar los efectos del conflicto armado en Colombia a través de un homenaje a las víctimas primarias de este. Mediante ellas, incita a la población colombiana a un ejercicio de empatía reflexiva y consciente de esta problemática sin acusar ni tomar partido en ella.  

 
 

La exposición está construida a partir del fenómeno social y político del conflicto armado, el cual ha marcado fuertemente la historia de Colombia durante los últimos 60 años, estos han contado con acontecimientos determinantes como lo son: la Toma del Palacio de Justicia (1985), la Masacre de Bojayá (2002), la Toma de Mitú (1998), los Falsos Positivos de Soacha (2000-2008), entre otros sucesos violentos. Actualmente, de acuerdo con el informe del año 2021 de la Cruz Roja, las partes en este conflicto son: El Estado Colombiano, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), El Ejército Popular de Liberación (EPL) Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), además de las estructuras de las antiguas FARC-EP. Esta violencia se ve representada en distintos actos que vulneran los derechos humanos y que ejemplifican la magnitud de la guerra en Colombia y, a modo de consecuencia, algunas de estas modalidades son: el secuestro, el desplazamiento forzado, la violencia sexual, las minas antipersonales, la destrucción y la expropiación de bienes. Además, los muertos, los desaparecidos y las víctimas pueden servir como referencia de las consecuencias y el sufrimiento que ha causado este conflicto. 

 

En este sentido, el patrimonio cultural y la memoria juegan un papel muy importante en el conflicto y su procesamiento. De acuerdo con Jelin (2003, p. 25): “La memoria y la conmemoración del recuerdo se tornan cruciales cuando se vinculan a acontecimientos traumáticos de carácter político y situaciones de represión y aniquilación, cuando estas se transforman en un sufrimiento colectivo”. De esta manera, es necesario ver al patrimonio como construcción social, lo cual crea arbitrariedad cultural a la hora de definir los bienes patrimoniales y limita la significación que un individuo le puede otorgar a estos bienes desde su propia identidad, influenciada por una visión colectiva. Es así como incidimos en la importancia de la memoria al transportar a una comunidad de vuelta a un lugar que la hace sentir identificada, realizando un ejercicio de recuerdo colectivo. La historia detrás de la remembranza se transforma en un recurso para renovar y crear nuevas miradas sobre la realidad social por medio del concepto de memorialización, que implica la patrimonialización de la memoria. Para que este último proceso se lleve a cabo óptimamente, es necesario acudir a la recuperación, el rescate, el resignificado y la salvaguardia de estas memorias. Posteriormente estas se lograrán reproducir y exhibir como un proceso creativo que metaforice el hecho mediante un símbolo para evitar hablar directamente de esta serie de violencias, esto con el fin de conmemorar y reelaborar el pasado para reflexionar sobre el presente. La exposición cumple con los parámetros del proceso de memorialización pues realiza una crítica cultural por medio de la fotografía como hito y dispositivo de la memoria.  

  

En relación con la memorialización, la exposición y su repetición busca reconocer las reminiscencias de la violencia más no el consumo de esta, ya que el sujeto se tiene que sumir con el objeto para encontrar la verdad de cada parte que constituye una imagen que se aprecia. Al unir estos fragmentos del conflicto y en relación con los conceptos de vulneración y verdad en la estética, desarrollados por Byung Chul Han en su libro “La Salvación de lo bello” (2015), la exposición logra visualizar el dolor y barbarie que emanan de la negatividad vista desde una herida preexistente en el pasado.  Normalmente en la sociedad no se visualizan estos factores porque las inclinaciones positivistas, que tienden a ser ignorantes, eliminan esta negatividad apreciada en las fotografías vistas, limitando por completo su libertad hasta que la problemática termine en el olvido. En este sentido, Jesús Abad utiliza la crudeza como medio para recordar, al proporcionar un espacio para influir una herida desde el punctum, es decir, que su primera apertura es tan ruda que incide inmediatamente dentro de la vulnerabilidad del sujeto receptor. Las imágenes alumbran en silencio, pues el brillo de su belleza no es momentáneo sino constante, por lo que genera una marca que transcurre en una acción de reconocimiento y reencuentro. 

 

 

Corregimiento Nueva Venecia, 22 de noviembre del 2000 

 

Esta imagen relata el asesinato violento de 39 pescadores al frente de la Iglesia del corregimiento de Nueva Venecia por parte de las antiguas AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) un 22 de noviembre del año 2000. Las autoras eligieron esta fotografía ya que ejemplifica las huellas de la memoria que representan el dolor y resignación en la comunidad que evidenció este acontecimiento violento. La imagen en cuestión es sublime, puesto que es un lienzo fresco del suceso que expresa la quietud después del movimiento y la sumisión de los espectadores ante lo ocurrido. La vulneración que se experimenta en los sujetos que visualizan la imagen, no se puede ver como un espectáculo, sino desde una perspectiva que resalta y conmemora la manifestación simbólica y física de la memoria. 

 

Se concluye que Colombia necesita una identidad conjunta ya que somos un país pluriétnico dividido entre culturas que suele globalizar las problemáticas de la Nación. Esta exposición puede ser reconocida como patrimonio cultural ya que trata una memoria conjunta vinculando dos perspectivas sociales mediante la resignificación del conflicto, que permite construir una nueva realidad realizando un llamado de las periferias, los más afectados por el fenómeno del conflicto, hacia las metrópolis, quienes representan la centralidad social, política y económica del Estado. Jesús Abad logra situar sus fotografías como monumento de la memoria conjunta, lo que se convierte en un acto de liberación de una visión positivista adyacente en el país, la cual en vez de enaltecer a las víctimas del conflicto las suprime de la historia. Para finalizar, se hace alusión a un llamado a la esperanza de la conmemoración del recuerdo mediante la siguiente frase: “Preferimos vivir aquí, entre el cielo estrellado y el silencio”. 

 

 

Bojayá Chocó, 6 de diciembre del 2015 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA 

 

Han, B.C. (2015). La Salvación de lo Bello. (Alberto Ciria, Trad). Pensamiento Herder. (Obra                   original publicada en 2015).   

 

Trujillo, J. (2023). El testigo. Dirección de Patrimonio Cultural UNAL. https://patrimonio                    

     cultural.bogota.unal.edu.co/el-testigo/ 

 

Licuime et al. (2018). Patrimonio cultural y memoria, el giro social de la memoria. Revista

       Austral de Ciencias Sociales. 34: 21-35.