Un pasado Abrumador.
Un Pasado Abrumador
Universidad Externado de Colombia
Facultad Estudios de Patrimonio.
Pensamiento Crítico y Argumentación I - Introducción al Patrimonio.
Natally Salamanca - Daniel Bejarano .
Hacienda Lago Grande, Sopetran, Antioquia. Marzo 4 del 2008
Dentro de una de las cuatro salas en las que se divide esta demostración en la que trabajó tantos años Jesús Abad Colorado, estaba esta fotografía, la cual, describe lo que un día sucedió en la hacienda Lago Grande, ya que mientras la fiscalía exhumaba los cuerpos de las víctimas, Francisco Toro, integrante del grupo de Madres de la Candelaria,con noventa años y casi ciego, le pidió a Jesús Abad Colorado que lo acompañara al lugar donde su hija estuvo secuestrada junto a todos los miembros de su familia. Francisco perdonó, oró y dio gracias a los árboles que le brindaron sombra a los suyos durante su cautiverio. La imagen que aquí nos muestran tiene un velo que la cubre para no impactarse abruptamente con la historia, que aunque dolorosa, es la prueba de que ante tanto tormento,nosotros siempre como seres humanos encontraremos algo bello, puede ser en lo que nos rodea o en lo que sentimos; demuestra la gota de humanidad que el translúcido velo de la imagen divisa a lo lejos. Este lugar es resignificado en un sitio de memoria importante, en donde se reconstruye y conmemora, por medio de la cámara de Jesús, una toma de conciencia y reflexión a nivel social en el país.
De hecho, la fotografía tomó un rol fundamental en esta guerra, ya que no solo fue una herramienta de registro y reivindicación, fue además capaz de impactar a las personas que, aunque no fueron víctimas directas, sí hicieron parte de la problemática del país. A su vez, la belleza que implican estas fotografías es visible desde el punctum pues también están ligadas a lo que son capaz de transmitir, la intención con la que es capturada, en este caso demuestra la violencia sin incitar al odio y la venganza, haciendo valer el trasfondo que hay a espaldas de cada fotografía, y más bien induce a recuperarnos como población, asegurándonos de que no se vuelva a repetir y a unirnos para dar testimonio de lo sucedido, no solo siendo un número más como políticamente hablando sería normal. Cada retrato toca lo más profundo de nuestra vulnerabilidad, deja huella con cada historia y con lo cercanas que son a nosotros, siendo un tema tan devastador la obra logra conectar con la gente sin importar sus rasgos, su cultura o sus creencias. Realmente en esta obra somos uno, unidos lastimosamente por fuertes y aterradoras narraciones.
Es notable resaltar la interacción y relación entre territorio y memoria, pues, a raíz de estos eventos traumáticos, se da a conocer su significado patrimonial y cultural en un aparente lugar de memoria, en donde funcionan como pilares para propagar un sentido colectivo. Como comunicador el territorio es el que más puede relatar estos eventos y en cada parte del recorrido de esta exposición nos damos cuenta del significado que cada persona da a una parte de tierra, en donde en algún punto vivieron la belleza y el terror.
En todo caso, la exposición que relata estos terribles episodios de la historia colombiana no nos deja más que un sentimiento de nostalgia por lo que nosotros como hermanos hemos causado a nuestro país. Llevándonos a un noble estado de reflexión y conciencia donde se refleja de manera simbólica lo conectados que estamos como sociedad pero a su vez lo ignorantes que hemos sido.
Fuentes de información:
«El testigo» de Jesús Abad Colorado, una exposición para la memoria. (s. f.). Universidad de Bogotá JorgeTadeoLozano.https://www.utadeo.edu.co/es/articulo/crossmedialab/277626/el-testigo-de-jesus-abad-colorado-una-exposicion-para-la-memoria
González, A. M. (2019, 20 abril). Jesús Abad Colorado, más que un fotógrafo un compañero de las víctimas.ElTiempo.https://www.eltiempo.com/cultura/arte-y-teatro/jesus-abad-colorado-el-fotografo-de-las-victimas-en-colombia-317176
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