TROZOS DE CRISTAL
Jurado, Choco, 1999
Nuestro recorrido inicia en una mañana soleada, dirigiéndonos al Claustro de San Agustín, donde se encuentra actualmente, una obra de Jesús Abad Colorado la cual se titula El Testigo. Jesús Abad Colorado López es comunicador social y periodista de la Universidad de Antioquia. El fotógrafo documentó diversas caras del conflicto armado en Colombia. Nació en Medellín, Colombia, el 22 de abril de 1967.
El testigo es una obra que recoge diversas fotografías tomadas durante los años 1992 al 2018, las cuales recopilan historias y memorias del conflicto armado colombiano. “La verdad que se le quiere contar al país es la historia de los vencedores, no la de los perdedores, una población vulnerable en toda su expresión humana” (Sáenz de Ibarra, s.f) El objetivo de la obra es dar a conocer los actos atroces que fueron cometidos por las fuerzas armadas, y que tuvieron lugar en diversos departamentos del país, donde la vergüenza, la indiferencia e irrespeto ante las sucesivas historias de horror nos han borrado la cara.
Entendemos por memoria la función del cerebro que nos permite codificar y recuperar información del pasado. En este caso, durante el recorrido, observamos las fotografías como recuperación de aquella memoria del conflicto armado en Colombia que muchas veces no es significativa para toda la población, esto dado a que no se presentó la misma afectación para todos. Según el antropólogo Levi-Strauss, encontramos que se presenta una eficacia simbólica, evidenciada con la nueva significación que nos otorgan las fotografías al representar un significado real sobre el pasado.
Como fue mencionado anteriormente, encontramos la eficacia simbólica claramente en 2 fotografías que causaron en nosotros un impacto. La primera fue tomada en Juradó, Chocó en diciembre del año de 1999. Allí encontramos un espejo roto en el suelo cubierto parcialmente con tierra y cartuchos de algún arma desconocida. Con esto, el autor resalta que no tenemos ojos, corazón, ni conciencia para mirarnos en el espejo roto de la guerra. No nos conmueve los mutilados, los muertos ni las lágrimas que inundan los caminos del destierro y del despojo de miles de familias en el campo. Vemos allí una imagen velada en belleza desde el encubrimiento y vulnerabilidad, la cual busca mantener en secreto aquello que desea transmitir y requiere del observador un proceso más amplio, va muy de la mano con la belleza desde la vulnerabilidad en la que la imagen tiene presente nuestros pensamientos a pesar de no verla físicamente en el momento y nos permite traer nuevos pensamientos e interpretaciones a partir de la imagen y su contexto.
La segunda fotografía fue tomada en Mapiripán, Meta, en mayo del 1998. La historia que nos quiere contar está fotografía es la de un momento donde todas las personas sobrevivientes de la matanza embarcaron con tan solo un pequeño maletín de ropa para poder subir al avión, así fue como una niña se acercó a un funcionario de la Cruz Roja y le preguntó: "¿Usted me deja llevar la pollita?, es que fue un regalo", el funcionario con sus ojos llorosos le respondió: "Llévala"; está fotografía nos muestra un gran ejemplo de la vulnerabilidad de la belleza,

Comentarios
Publicar un comentario